En la aldea de Sálvora, recordando a sus heroínas de 1921

Camino de la aldea de Sálvora.

Una de las excursiones que yo más ansiaba en nuestro viaje al geodestino Rías Baixas-Ría de Arousa como participantes en el Blog Weekend #ArousaTurismo fue la que hicimos a la aldea de la isla de Sálvora, perteneciente al municipio de Santa Uxía de Ribeira y deshabitada desde los años 70, pues con ella completábamos nuestra visita de hace dos veranos a Sálvora.

En aquella ocasión habíamos caminado hasta el faro. Es un camino de poco más de un kilómetro, en el que las leyendas de Sálvora salieron a nuestro paso para explicarnos parte de la historia y del paisaje de esta isla que forma parte del Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, y que sus propietarios administraron siempre al estilo feudal.
Entrada a la aldea de Sálvora.

Nos habíamos bañado en la playa de O Castelo, también llamada de O Almacén, donde se encuentran la escultura en granito de la sirena Mariñala leyenda cuenta que fue la madre de los primeros propietarios de la isla, los Mariño—, el pazo que su descendiente Joaquín Otero Goyanes construyó sobre una fábrica de salazón, y una antigua taberna reconvertida en capilla anexa.

Pero nos habíamos quedado con las ganas de conocer el pequeño poblado, porque la Ruta de la Aldea de Sálvora, a 1.300 metros de distancia de la playa de O Castelo, solo puede realizarse con la compañía de un guía autorizado.
Panorámica de la aldea.

Ahora sí. Contábamos con la guía de la empresa náutica Mar de Aguiño, que nos iba a conducir hasta los restos de la antigua aldea de Sálvora, por lo que al fin iba a satisfacer mi curiosidad por saber dónde se ubicaba y cómo era el lugar en el que vivían las heroicas mujeres que asistieron a los náufragos del vapor Santa Isabel en la madrugada del 2 de enero de 1921.

Esta es una historia digna de una novela, a la que no le falta ni un solo ingrediente de tensión: noche invernal, temporal en el mar y una isla con una población de no más de 60 personas; una aldea en la que aquella noche apenas había 20 personas, solo niños, mujeres, y ancianos, porque las demás habían ido a pasar la noche de fin de año a los pueblos de la costa y no habían podido regresar debido al temporal, y un buque de pasajeros que choca contra una roca y naufraga frente al faro.
Una de las ocho viviendas de la aldea, todas en el mismo estado ruinoso.
Alertadas por el farero, cuatro mujeres organizaron el rescate de los náufragos. Tres se echaron al mar en una pequeña embarcación,  y otra organizó la asistencia a los náufragos en tierra. En varios viajes, con el mar picado, salvaron a 56 personas, en un naufragio en el que perecieron otras 213 personas. Fue la mayor catástrofe de la historia de la navegación en Galicia.
La aldea se encuentra en la parte Norte de la isla, en un lugar abrigado de los vientos. Los restos de ocho viviendas, sus cuadras y la escuela y su patio de juegos forman una especie de plaza central. El Ayuntamiento de Ribeira tenía en proyecto restaurar la aldea y destinar una casa-museo al naufragio del Santa Isabel y a las heroínas de Sálvora, pero por falta de financiación no se llevará a cabo.
Fuente de Santa Catalina.
Un poco antes de llegar a la aldea, en la fuente de Santa Catalina, construida con piedras del antiguo faro, mana el “agua virtuosa que da salud y fuerza” y que bebían las mujeres que deseaban quedarse embarazadas. En los alrededores se ven las antiguas fincas de labranza, un pilón y un hórreo que recuerdan el modo de vida de los antiguos colonos de Sálvora.
Nos rodea un paraje de vegetación muy sensible, tanto que no podemos abandonar el sendero ni para acercarnos a curiosear el interior de las viviendas. En algún lugar todavía se observan enseres, carros y hasta un tractor abandonados por los últimos pobladores. Por los alrededores hay algunos caballos salvajes y, aunque parezca extraño, también ciervos. Nos cuenta la guía que los introdujo en la isla el marqués de Revilla para convertir la isla en un coto privado de caza.
Gaviotas y cormoranes, en el entorno de la isla de Sálvora.
El paisaje de Sálvora os sorprenderá por sus bolos graníticos, muy abundantes en el camino hacia el faro, la vegetación de matorral y la claridad del agua del mar, que deja ver algunas de las especies de moluscos y peces que encuentran aquí refugio.
Dejaos cautivar por el ambiente salino que inunda la isla, respetad las normas y recomendaciones para su conservación, y disfrutaréis de sensaciones que solo encontraréis en un lugar tan inhóspito, bello y misterioso como éste.


Ver Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia en un mapa más grande

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Soy periodista. Cofundadora y directora de la editorial Belagua. Trabajo en proyectos editoriales centrados en la comunicación turística de Galicia, y desarrollo tareas editoriales, de comunicación y de creación y gestión de contenidos para todo tipo de publicaciones. Soy navarra, vivo en Vigo y adoro Galicia.

Hay 2 comentarios

  1. Adrian dice:

    Me encanta este post, no sabia lo de la historia, iba lejos de la guía y me perdí lo bueno 😉 muchas gracia por contarlo por aquí. Un abrazo y Galicia calidade

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